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Bañada por las aguas del mar Mediterráneo, Barcelona es uno de los lugares más cautivadores de Europa. Deguste la explosión de sabores de la gastronomía catalana, contemple la inconfundible arquitectura de Antoni Gaudí en el Park Güell y la Sagrada Familia y piérdase por los callejones empedrados del barrio Gótico.
1/tab.galleryImage.size}Construida en 1929, la Fuente Mágica de Montjuïc es una de las atracciones más emblemáticas de la capital catalana, donde se puede disfrutar de asombrosos espectáculos de luz y agua —gratuitos— durante ciertos días de la semana.
2/tab.galleryImage.size}Las obras del arquitecto catalán Antoni Gaudí son sinónimo de Barcelona. Entre ellas destaca uno de los edificios más icónicos de la ciudad: la Sagrada Familia, una basílica católica.
3/tab.galleryImage.size}Otro de los mayores reclamos turísticos de Gaudí en la ciudad es el original Park Güell, lleno de coloridas estructuras y esculturas cubiertas de mosaicos, desde donde se puede admirar una maravillosa panorámica de la ciudad.
4/tab.galleryImage.size}Barcelona es conocida como una de las mejores ciudades costeras del mundo: sus nueve cuidadas playas atraen a amantes del sol y de la fiesta que disfrutan del fantástico clima de la ciudad durante todo el año.
5/tab.galleryImage.size}Llena hasta los topes de fruta fresca, encurtidos, carne, marisco y mucho más, la colorida Boquería es conocida por ser uno de los mejores mercados del mundo, cuya clientela es una mezcla de vecinos, turistas y restauradores que acuden a su ajetreada ubicación de Las Ramblas.
6/tab.galleryImage.size}Visite un auténtico bar de tapas, colóquese en la barra y disfrute del menú, que puede incluir de todo, desde pa amb tomàquet (pan recién horneado con tomate, aceite de oliva y sal) hasta fideuá.
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Construida en 1929, la Fuente Mágica de Montjuïc es una de las atracciones más emblemáticas de la capital catalana, donde se puede disfrutar de asombrosos espectáculos de luz y agua —gratuitos— durante ciertos días de la semana.
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Las obras del arquitecto catalán Antoni Gaudí son sinónimo de Barcelona. Entre ellas destaca uno de los edificios más icónicos de la ciudad: la Sagrada Familia, una basílica católica.
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Otro de los mayores reclamos turísticos de Gaudí en la ciudad es el original Park Güell, lleno de coloridas estructuras y esculturas cubiertas de mosaicos, desde donde se puede admirar una maravillosa panorámica de la ciudad.
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Barcelona es conocida como una de las mejores ciudades costeras del mundo: sus nueve cuidadas playas atraen a amantes del sol y de la fiesta que disfrutan del fantástico clima de la ciudad durante todo el año.
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Llena hasta los topes de fruta fresca, encurtidos, carne, marisco y mucho más, la colorida Boquería es conocida por ser uno de los mejores mercados del mundo, cuya clientela es una mezcla de vecinos, turistas y restauradores que acuden a su ajetreada ubicación de Las Ramblas.
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Visite un auténtico bar de tapas, colóquese en la barra y disfrute del menú, que puede incluir de todo, desde pa amb tomàquet (pan recién horneado con tomate, aceite de oliva y sal) hasta fideuá.
Cosas que hacer
Hemos elegido los lugares más destacados de esta magnífica ciudad.
Hemos elegido los lugares más destacados de esta magnífica ciudad.
Hacer
Las mejores playas de Barcelona
Arena dorada y aguas azul celeste: una gran parte del atractivo de Barcelona reside en su ubicación costera. Únase al gentío que acude a la Barceloneta, una playa de arena dorada donde podrá practicar deportes de agua o deleitarse con marisco en animados chiringuitos. Mar Bella, una playa más tranquila, fue creada durante los años 90 con motivo de las grandes inversiones realizadas en la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos. Hoy es punto de referencia para estudiantes, deportistas y aficionados al nudismo. También puede viajar hasta Sitges, un pueblo costero que solo está a 30 minutos en tren. Con su amplio paseo marítimo, playa de arena y numerosas cafeterías con terraza, esta localidad es el ejemplo perfecto del relajado estilo de vida mediterráneo.
La vibrante escena artística española ha producido algunos de los mejores artistas del mundo, incluido el pionero del cubismo Pablo Picasso. El Museo Picasso de Barcelona es una parada obligatoria para todos los amantes del arte contemporáneo, con una exposición permanente de más de 4000 obras de los años formativos del pintor malagueño, así como exposiciones temporales. Visite también la impresionante Fundació Joan Miró, un museo construido específicamente para exhibir las creaciones maravillosas, a la par que extrañas, del escultor y pintor barcelonés. Ubicado en la montaña de Montjuïc, vale la pena reservar una tarde para pasear tranquilamente por el edificio modernista de varias alturas y los jardines a su alrededor.
Las ajetreadas calles de Barcelona esconden parques que ofrecen un oasis para quienes buscan un momento de calma. El Parque del Laberinto, el más antiguo de la ciudad, fue construido a finales del s. XVIII por encargo de un aristócrata en la que por aquel entonces era su propiedad. Unos cientos de años después, todos los vecinos de la ciudad pueden disfrutar de este romántico rincón, que cuenta incluso con un laberinto hecho con cipreses. Situado en un punto elevado de la ciudad, la montaña de Montjuïc, el Jardín Botánico de Barcelona exhibe plantas mediterráneas en sus extensos terrenos. Las familias con niños mayores pueden apuntarse a numerosas actividades interactivas, mientras que los más pequeños de la casa pueden entretenerse en el Nido de ciencia, un área designada para ponerlos en contacto con la naturaleza.
Este paseo flanqueado por árboles en el centro de Barcelona es el corazón de la ciudad. Con su longitud de 1,2 km, Las Ramblas albergan boutiques modernas y pequeños cafés, artistas, músicos callejeros, museos y conventos reconvertidos. Los amantes de las compras deberán dirigirse a El Corte Inglés, los grandes almacenes españoles por excelencia, donde podrán encontrar de todo, desde electrónica hasta elegante ropa de noche, mientras que los amantes del arte podrán admirar los gigantescos murales de Miró que adornan la fachada del edificio. El Gran Teatro del Liceo ofrece aún más cultura. Este majestuoso teatro acoge funciones de ballet y conciertos de música clásica, así como recitales de ópera ofrecidos por estrellas internacionales.
La Boquería es una parada habitual en el circuito turístico de la ciudad, y con razón: este mercado municipal hará las delicias de los sentidos del olfato y la vista. La leyenda dice que lleva sirviendo a los barceloneses con género fresco desde 1217; hoy día continúa siendo una parada esencial para algunos de los principales restauradores de la ciudad condal. Admire los puestos del mercado, llenos a rebosar de aceitunas y suculentos trozos de carne, o simplemente siéntese en la barra de uno de los bares, arremánguese y empiece a comer. En este mercado podrá encontrar distintas especialidades catalanas, como caracoles acompañados de alioli y vinagreta.
Barcelona y Antoni Gaudí, el arquitecto catalán que creó algunos de los edificios más extravagantes de la ciudad, se han convertido en sinónimos en el último siglo. Famoso por sus extravagantes e inconfundibles diseños, que incorporan elaboradas vidrieras y paredes curvadas que no estarían fuera de lugar en la guarida de un “hobbit”, las icónicas creaciones de Gaudí salpican el paisaje urbano de la capital catalana. La Sagrada Familia, su obra maestra inacabada, consumió gran parte de sus últimos años de vida. Esta catedral, inspirada en el estilo gótico, cuenta con 18 torres, abundante cristal veneciano y diseños cerámicos esmaltados. Otras fantásticas muestras de su modernismo son la Casa Batlló, un edificio residencial excepcional construido a principios del s. XX, o el Park Güell, un parque público que parece salido de un cuento de hadas y cuyo paisajismo fue diseñado por el mismo Gaudí.
El queridísimo bar Boadas ostenta el título de la coctelería más antigua de Barcelona. Fundada en 1927 por un cubano, es un lugar distendido donde disfrutar de un gin-tonic al final de un día de compras por Las Ramblas. Sin embargo, si prefiere cócteles de autor, Dry Martini continúa siendo la niña de los ojos de críticos y aficionados gracias a sus elegantes creaciones. Hágase con la atención de un barman y le elaborará en el momento un buen trago (los martinis secos son especialidad de la casa). Ya a tono, codéese con los más modernos de la ciudad en La Terrrazza, una discoteca al aire libre situada por encima de la ciudad en la montaña de Montjuïc.
Que no le engañe el nombre: el barrio Gótico es una mezcolanza fascinante de calles cuyos edificios reflejan la larga historia de la ciudad. Empiece por la catedral de Barcelona, un lugar de culto cristiano de 1500 años de antigüedad cuyas imponentes torres-campanario delimitan el distrito. Una vez que haya visitado el templo, tómese un momento para admirar a los artistas callejeros presentes en la plaza antes de aventurarse hacia el laberíntico barrio de calles empedradas. La arquitectura histórica y los callejones estrechos proporcionan unas vistas muy pintorescas, y aquellos ávidos por conocer aún más deberían visitar el imponente Museo de Historia de Barcelona. Cuando caiga la noche, déjese caer por el Bar Lobo para degustar sus tapas y una fresca jarra de sangría.
Disfrute de la vida marinera de Barcelona como si fuera un vecino más y saboree el marisco fresco de la ciudad condal. espai Kru es uno de los favoritos de los sibaritas catalanes, ya que ofrece una amplia selección de pescado crudo y marisco. Pero guarde algo de sitio para los dulces: un postre de raviolis de plátano es muestra de su original técnica culinaria. En el emblemático Botafumeiro se lleva sirviendo marisco de la más alta calidad en sencillas mesas con manteles blancos desde 1975. Pida una mariscada para conocer la máxima expresión de la gastronomía gallega. Si le apetece un plan distinto, diríjase a La Gambeta, un pequeño espacio íntimo donde podrá disfrutar de una paella de marisco acompañada de una botella de refrescante vino blanco.
Llévese un trozo de la estética bohemia de Barcelona a casa gracias a Ailanto, una casa de moda barcelonesa fundada por dos hermanos gemelos. Desde maxivestidos con coloridos estampados hasta abrigos holgados y ponchos envolventes, esta boutique ofrece una multitud de opciones eclécticas para incorporar a su vestuario. Colmillo de Morsa es otra marca con un estilo rabiosamente a la moda. Este taller independiente, fundado por los diseñadores Isabel Vallecillo y Javier Blanco, confecciona todas sus colecciones en Barcelona y colabora únicamente con proveedores europeos. También apuesta por este espíritu sostenible Ivori, una tienda de ropa, joyería y accesorios sostenibles para mujer creados por diseñadores catalanes.
¿Cansado de hacer turismo? AIRE Ancient Baths ofrece el santuario definitivo donde refugiarse de la vorágine urbana. Este almacén de piedra reconvertido en un spa de lujo ofrece una variedad de experiencias de baño, desde una piscina de flotación hasta baños termales inspirados en la antigüedad, dentro de un espacio íntimo a la luz de las velas. También está disponible una gama de experiencias únicas, entre ellas un pozo de mármol donde el cliente se sumerge en un baño de vino tinto de Ribera del Duero. ¿No le interesa la enología? Puede reservar un tratamiento con aceite, que combina un masaje a cuatro manos con el aceite templado de una vela aromática extendido por el cuerpo.
Maravíllese con la alegre arquitectura barcelonesa y sus espectaculares puestas de sol desde uno de los muchos bares situados en las azoteas de la ciudad. En el Skybar, situado en el Grand Hotel, podrá relajarse en su piscina infinita o los cómodos doseles mientras admira las vistas panorámicas. Eso sí: este bar solo está abierto para los visitantes durante la temporada estival. Los aficionados al diseño tienen una parada obligatoria en Me by Meliá, un bar de diseño contemporáneo ubicado en el último piso del lujoso rascacielos obra del arquitecto francés Dominique Perrault. El público que acude mezcla la jet set local e internacional, por lo que deberá vestirse con sus mejores galas para visitarlo. Podrá vivir otra experiencia igualmente vanguardista en la terraza del Hotel Pulitzer, ubicada en el sexto piso del edificio, que dispone de un elenco rotativo de DJ y bandas que satisfacen al público más exigente.
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